lunes, 22 de febrero de 2010

Workshop - Proyecto: Pasa la bola



Por: Josema Carillo - Jaume Ramirez.
Barcelona-España

-Josema Carrillo Artola
Profesor de Proyectos de Diseño Gráfico I, II, y proyecto Final en Kunsthal, Centro de Artes Plásticas y Diseño. Irun
-Jaume Ramírez Pujolar
Profesor de Proyectos IV de Diseño Industrial en ELISAVA, Escuela Superior de Diseño. Barcelona, 2009





















Proyecto

La travesía comienza a eso de las 2 de la tarde en busca de respuesta a innumerables incógnitas sobre un terreno poco conocido, es allí donde nos espera el barrio la perseverancia ubicado sobre la carrera 5ta, entre calles 28 y 30 en la ciudad de Bogotá, un barrio hasta ahora poco explorado por personas llenas de estigmas y escalas valorativas distorsionadas.

El grupo está conformado por 7 estudiantes de la Universidad Javeriana, de las carreras de arquitectura (Mateo Gómez, Ximena Ballesteros, Erika Mick y Camilo Jimenez) y Diseño industrial (Erika cuestas, Eliana pardo y Esteban Arias) los cuales buscamos descubrir ese nuevo territorio para nosotros y poder generar una industria creativa con relación a el.

Buscando fuentes para nuestra exploración encontramos diversos personajes que dejan entrever la historia del barrio, un lugar lleno de valores y memorias históricas incomparables. Allí en una de las esquinas aparece el ¨ campeón ¨ el cual con una sonrisa en la cara nos acoge y nos da la bienvenida al barrio; no necesitamos mucho tiempo para entablar una buena relación con el, Carlos Arturo es un tipo agradable que con su sencillez muestra las virtudes que tiene.

El campeón con unos 46 años se hace llamar asi porque en su juventud jugaba microfútbol y era considerado una promesa, fama de la cual disfruto por muchos años y que ahora solo queda plasmada en recuerdos, trofeos y sobre todo en el barrio; el es un icono, es el campeón de su barrio.

Después de una charla muy amena en donde nos conto múltiples historias, problemáticas, y narro algo de su vida, sus ojos nos mostraron que allí había mas que un simple hombre, el era parte de la esencia del barrio, mas de 4 décadas viviendo allí no podían ser en vano, el definitivamente era nuestro personaje.

Es allí donde nace la campaña ´´pasa la bola´´ la cual hace referencia al olvido o poco conocimiento que tiene Bogotá del barrio La Perseverancia, lugar que aun esta vivo pero para muchos muerto y que cuenta sin duda con elementos que pocos lugares tienen y que son necesarios explorar, acoger y trasmitir. Por medio de aquel personaje y su medio de expresión, el balón; la campaña busca generar impacto en el barrio para luego llevarla a otros contextos y relacionar los matices allí observados.

Eliana y Camilo muy temprano partieron a San Victorino a comprar las 200 pelotas necesarias para la actividad; muy ansiosos el resto del grupo esperábamos la reacción del barrio al ver caer tal cantidad de pelotas como un elemento extraño y que rompe con la monotonía del lugar, pero que sin duda es un objeto con el cual comparten mucho de su tiempo, como en algún momento lo hizo ´´el campeón´´. Llegar al barrio arrastrando una bolsa de pelotas no fue fácil, la gente observaba lo que sucedía, pocos espectadores habían en la cancha, sin embargo al inflar una bola grande y escribir ´´la perse´´, algunos niños que esperaban la entrada al colegio se volcaron a indagar sobre el; jugaron, lo rayaron, y hasta lo reventaron, estaban completamente insaciables por aquel elemento que estaba dispuesto allí.

Después de un rato se llevaron una gran sorpresa al ver caer de las escaleras tal cantidad de bolas que inundaban su lugar, diferentes colores llenaban de alegría la frialdad del pavimento, los niños, jóvenes y algunas madres jugaban como locos con las bolas, ellos realmente estaban ´´pasando la bola´´ de lo que en el fondo significa su barrio, múltiples valores que no se caracterizan de ninguna manera, solo que son esenciales. Estábamos atentos de ver las diferentes reacciones que tenían, pero la sorpresa se dio cuando sin decirlo algunos niños lideraron la recogida de las pelotas.

Sonó la campana y muchos de ellos debían partir, sin embargo en nosotros quedo una gran satisfacción por lo realizado, el haber roto por un rato la normalidad del lugar, lo cual después entre charla y charla lo comentamos con el campeón con el cual compartimos un almuerzo en la plaza del lugar.

La bola seguia corriendo, sale del barrio para atravesar las fronteras hacia un lugar cercano, la universidad javeriana en la facultad de diseño y arte era su proxima parada; a eso de la una de la tarde del dia siguiente, aquel elemento extraño lleno de cicatrices de sus andansas tocaba nuevos suelos; entre la multitud se veia sola e indefensa como un fiel reflejo de la realidad exonerante y apatica; sin embargo despues de un rato fue tomando protagoismo y rompiendo con la rutina del sitio, al mismo tiempo llegaron las otras bolas que inundaron el lugar, observamos las diversidad de actitudes que tomaron hacia ellas, todas diferentes pero a la vez tan iguales como cualquier conducta humana, todas las bolas tenian escrito el sitio web de la perseverancia, posiblemente por esto o por otros factores solo tres pelotas de 200 aun estan con nosotros, cuestionable o no, es otra escala valorativa no refutable.

Despues de la experiencia llena de matices y realidades es indispensable hacer un pare y mirar cada lado de la moneda, ya que el acto de pasar la bola no solo es comunicativo, va más allá, es un acto de inclusión, en donde los protagonistas son aquellos seres que se encuentran allí, cerca de nosotros y que son iguales en todo sentido, seres con sueños, ilusiones, esperanzas pero sobre todo en busca de igualdad, que esperan que su espacio sea reconocido como aquel ´´nuevo territorio´´, en donde si, pasan cosas, pero lo escencial vive y trascendera si pasamos la bola...




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